Conclusiones del II Congreso

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Centro Cultural de la Villa de Madrid
En la sesión de clausura del Congreso, cada uno de los ponentes dio lectura a sus conclusiones respectivas, que quedaron aprobadas por destacadas mayorías.

Cada ponencia aprobada aborda la problemática de nuestros mayores desde perspectivas diferentes, lo que hace que algunas de las conclusiones se solapen demostrando que la problemática de los mayores tiene una insoslayable unidad, aunque su tratamiento pueda y, aún más, deba, hacerse sectorialmente. Por ello, más que una transcripción simple y mecánica de las conclusiones de cada ponencia por separado, se ofrece a continuación una exposición orgánica de esas conclusiones, agrupadas temáticamente, si bien, dentro de cada epígrafe, se ha cuidado de transcribir escrupulosamente el texto aprobado por el II Congreso Nacional, para garantizar de esta forma que el sentir de cada Grupo de Trabajo se recoja con toda exactitud.

Resumen de las conclusiones aprobadas :

1.- Podría decirse que el fin último de los participantes, a través de todas sus conclusiones, es el de conseguir esa realidad de una “sociedad democrática avanzada” que pretende el Preámbulo de la Constitución; para ello, es inexcusable que esa sociedad atienda, de una parte, las necesidades materiales y espirituales de los mayores y, de otra, que permita a los mayores participar activa y positivamente en el propio funcionamiento interno de esta sociedad.(Ponencia: “La legislación y los mayores”, conclusión 1.1.)

2.- De lo anterior se desprende, ante todo, una denuncia unánime por la indefensión y la marginación de los mayores en la sociedad actual: “Ha de llenarse el vacío legislativo existente en la atención a los mayores, solucionando situaciones de indefensión ante la vulneración de sus derechos” (Ponencia : “La legislación y los mayores”) ; empezando, para ello, por “lograr del Estado unas pensiones que les permitan una vida digna, que la pensión mínima sea equivalente al salario medio nacional, como acordó el Parlamento europeo del 24 de noviembre de 1993 y, de momento, que la pensión más baja (inclusive las del SOVI) sea igual al salario mínimo interprofesional” (Ponencia sobre lo económico : “Las jubilaciones y el pacto de Toledo”) ; que “la dignidad y la imagen de los mayores y de sus organizaciones no se puedan convertir por nadie, ni en lugar alguno, en espectáculos lamentables y bochornosos” (Ponencia : “la cultura y los espectáculos”) ; o “la urgente y necesaria puesta en marcha de un plan integral que mejore sensiblemente las condiciones de vida de los mayores” (Ponencia : “Pobreza y marginación”).

Dentro de este capítulo se efectúan propuestas concretas y, por así decirlo, cuantificadas: que “la pensión mínima de jubilación y viudedad con hijos menores sea de 70.000 pesetas mensuales para los pensionistas actuales reconocidos, y que la pensión de los futuros pensionistas se determine en función de los años de trabajo cotizados” (Ponencia : “Seguridad Social”), o la ya transcrita referente a su equiparación con el salario mínimo interprofesional ; “Que se compatibilicen las pensiones con trabajos remunerados” (Ponencia : “Seguridad Social”) ; y, respecto a la fiscalidad, se insiste en la necesidad de “una reforma en el IRPF que contemple la tributación de las pensiones dentro de un esquema general nuevo, atendiendo a los rasgos específicos que concurren en los perceptores de las mismas y enmarcado en el principio de la solidaridad” (Ponencia : “La fiscalidad”) ; más concretamente, se pide la “exención total para el primer millón de pesetas en toda clase de pensiones y el establecimiento de una escala tributaria especial para el resto de las pensiones, con una reducción mínima de 2 puntos sobre la escala genera” (Ponencia : “Seguridad Social”).

3.- Pero también se denuncia con energía esa especie de marginación que es la no participación del mayor en el tratamiento de sus propios problemas. Con especial énfasis se propone “que, para el desarrollo de la Ley sobre el Pacto de Toledo, se consulte y se tenga en cuenta a personas mayores con sabiduría y experiencia, para que en esa Ley se tomen en consideración los derechos y deberes de las personas mayores, y para ello, será interesante atender a lo dispuesto en el artículo 50 de la Constitución” (Ponencia : “Las jubilaciones y el Pacto de Toledo”). Por eso hay que “impulsar el asociacionismo, porque la unión hace la fuerza”, debiendo conseguirse de “los mayores una participación más activa y dinámica”, “editar una publicación mensual independiente” y crear “espacios radiofónicos y programas de televisión” específicos e independientes : “la sociedad española de los mayores tiene todavía mucho camino por andar” (Ponencia : “La participación y el asociacionismo”) ; se propugna la mejor y mayor utilización de las asociaciones de consumidores (Ponencia : “El consumo”) y que “se abran auténticos cauces de participación para que todo el mundo -los mayores también, por supuesto- puedan acceder a las expresiones o manifestaciones culturales como verdadera necesidad sentida ; que “el acceso de las personas mayores a los espectáculos culturales, incluso cuando sea subsidiado, se haga en concurrencia con los demás segmentos de población ; lo contrario sería marginar” ; y expresamente se pide la potenciación de la cultura popular, de la que los mayores son depositarios : “las ramas del árbol viejo se inclinan hacia tierra buscando la raíz” (Ponencia : “La cultura y los espectáculos”).

A veces, esta atención a los deseos y convicciones de los mayores ha de informar muy matizadamente algunas políticas sectoriales en donde soluciones técnicamente más recomendables en principio han de modularse en función de lo que los mayores prefieren. Ejemplo máximo de esto lo ofrece la ponencia “Vivienda, residencias y centros de día”, que articula una política partiendo de que “en el momento presente, con todos sus inconvenientes pero también con el hermoso apoyo de nuestra orgullosa independencia, el 95 por 100 de los mayores preferimos, sobre todo, seguir en nuestro propio hogar” ello conduce a preconizar, como actuaciones prioritarias, la “urgente creación de verdaderos centros de día asistenciales” y el “apoyo subvencionado para que puedan modificarse sencilla y adecuadamente, las casas habitadas en soledad por personas de edad avanzada, suministrándoles la ayuda necesaria : asistencia personal, limpieza del hogar, comidas precocinadas, compañía, dispositivos de telealarma…, todo ello a precio reducido”, aunque, a medio y largo plazo, la solución se centre en unidades residenciales insertas “con buena convivencia humanista y urbanística”, esto es, “edificios destinados a personas ancianas, no aislados de lo que pudiera llamarse el entorno normal, debidamente pertrechados para ellas”.

4.- Pero la participación del mayor no debe limitarse -ni su vida agotarse- en la solución de sus problemas como tal persona mayor : también eso sería marginación. El mayor no es un ser distinto y aparte de la sociedad : es un ser que integra esa sociedad y ayuda a la cohesión social. Cuando se le proporciona una “vida creativa, se superan las escisiones entre personas y la ruptura generacional” ; por eso “la calidad de trato que se da a los mayores es la piedra de toque para descubrir la calidad espiritual de las personas jóvenes”, además, “si los mayores tienen ante sí perspectivas de poder realizar una actividad creativa, celebrarán con júbilo la jubilación ; si no, esta palabra considerada etimológicamente, viene a ser una sarcasmo” (Ponencia : “Los mayores y los valores”). Para empezar, se solicita de “nuestras autoridades que se muestren partidarias de la jubilación flexible y voluntaria a partir de los 65 años”. (Ponencia : “Las jubilaciones y el Pacto de Toledo”) o que “se eleve la edad de jubilación, que la jubilación sea voluntaria, si se mantienen las condiciones mínimas para el desempeño del trabajo habitual” y que se admita la “jubilación parcial dentro de la misma actividad laboral” (Ponencia : “Seguridad Social”). Ya se ha visto como se preconiza su intervención en el mundo de los consumidores, pero también se exhorta a los mayores a “estar atentos para, desde nuestro entorno, poner el grano de arena que nos corresponde para mejorar el medio ambiente, pues nuestra opinión y voto serán un peso a la hora de corregir los errores cometidos” (Ponencia : “El medio ambiente”) ; y esta inserción de los mayores en el mundo actual debe ser otro de los objetivos de ese plan integral que se demanda y que ha de fomentar “su participación, su protagonismo y su autonomía en la sociedad”, y no solamente en la que nos rodea : pues los mayores también “hemos de comprometernos cada día más en la lucha por el desarrollo humano y social de las personas mayores en el marco de la cooperación internacional con los países subdesarrollados” (Ponencia : “Pobreza y marginación”).

5.- Y es que, en definitiva, los problemas de los mayores no son sino una manifestación más de la crisis de la ética y de los valores de nuestra sociedad. “Si queremos recuperar los valores éticos tendremos que contar con los mayores como grupo de apoyo, con su colaboración y participación como factor positivo para el desarrollo de la sociedad” (Ponencia: “La familia”) ; por eso el plan integral que se reclama para los mayores terminará “influyendo en la modificación de valores culturales y sociales dominados por el mercantilismo y el individualismo insolidario” (Ponencia : “Pobreza y marginación”). El marco natura de esta recuperación de la ética social es la familia : “objetivo prioritario de la política social europea es el mantenimiento de los mayores dentro del propio hogar” y ello, entre otros motivos, por “el valor educativo que supone el contacto intergeneracional para la cohesión familiar y la gestación y transmisión de valores de una generación a otra” y porque “la primera función de la familia consiste en aprender a convivir en el respeto a la diferencia” (Ponencia : “La familia”). De este modo, el Congreso viene a demostrar una vez más que las reivindicaciones de los mayores, tantas veces caricaturizadas en peticiones materialistas, egoístas y estrechas de mente, se incardinan, en cambio, en la preservación, potenciación y mejora de una sociedad que tan bien conocen y por cuyo progreso en la convivencia armónica siguen dispuestos a trabajar como en los días pasados de su juventud.

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