Tribuna Independiente con el presidente del Real Instituto Elcano
Tribuna Independiente: ¿Nada será igual?
Madrid, 8 de octubre de 2020.- Emilio Lamo de Espinosa, uno de los grandes intelectuales y pensadores españoles, presidente del Real Instituto Elcano, catedrático emérito de Sociología, fue nuestro invitado en nuestra Tribuna del mes de octubre. Fue presentado por el presidente de la Fundación Independiente Aldo Olcese, quien le agradeció su presencia en la Tribuna en estos momentos difíciles y complicados. Para el presidente de la Fundación Independiente, el título ¿Nada será igual? es algo que nos preguntamos todos.
Aldo Olcese expuso unas cuestiones iniciales para centrar la intervención. «Los seres humanos nos preguntamos qué va a ser de nosotros, de nuestras vidas, estamos inmersos en un proceso de gran confusión, con mensajes cruzados, que nos confunden. Desde una sociedad civil independiente y responsable es importante también que tracemos nuestro propio camino independientemente de nuestros políticos».
- ¿Se puede decir que esta pandemia está generando un nuevo autoritarismo en el mundo, si la democracia está perdiendo calidad, si los estados están saliendo reforzados y los individuos debilitados?
Para Emilio Lamo de Espinosa, esta pandemia es una experiencia inédita en muchas generaciones y ha venido a alterar muchas cosas. Unos dicen que nada será igual, que va a cambiar muchas cosas en nuestra vida privada como la digitalización de nuestras vidas. Y otros dicen que está acelerando algunas tendencias, como por ejemplo con la democracia. Después de la “caída del muro”, la democracia tuvo un momento de brillo y esplendor. Freedom House, organización no gubernamental que realiza investigaciones y promociona la democracia, la libertad política y los derechos humanos, empezó a detectar un importante deterioro en la democracia de Europa y otros países. Y la pandemia lo está acelerando. Las causas son el reforzamiento del poder de los estados y el debilitamiento de la capacidad de respuesta de la sociedad civil.
«Los estados tienen recursos para hacer frente a la pandemia y a la crisis económica subsiguiente. Tienen recursos duros y recursos blandos y se añaden los estados de excepción, alarma etc… que vienen a reforzar el poder de los estados. Hay un proceso creciente de re estatalización de la economía, más gente en la “nómina” del estado, una gran capacidad de penetración del estado en la economía. Los estados han ganado poder hacia afuera y hacia adentro. Y la sociedad civil está atemorizada y se refugia en aquello que les proporciona seguridad y están dispersas y atomizadas lo que le impide articularse».
Esto es uno de los efectos negativos de la pandemia y que es poco conocido.
- Se habla mucho de que estamos en un proceso de desglobalización, deshaciendo el camino que se estaba siguiendo en la última década, con un proteccionismo galopante. Ahora estamos también ante una nueva pobreza. Es importante conocer lo que pasa en las capas más desfavorecidas
Esto es una tendencia que se ha acelerado también. El comercio global estaba comenzando a descender, el conflicto entre Estados Unidos y China, las políticas proteccionistas y neoproteccionistas de muchos países. ESCUCHAR EN VIDEO. Hay un proceso brusco de desglobalización, aunque empieza a repuntar el comercio. Hay dudas sobre su continuidad porque ha reforzado tendencias de fragmentación, aunque se recuperará en torno a varias cosas: necesidad de articular cadenas de suministros globales, la digitalización y alrededor del comercio de servicios se va a producir una nueva globalización. El cambio climático, la pandemia, el terrorismo, … supone globalización.
En cuanto a la pobreza, estamos ante una continuación de tendencias. La dualización se ha extendido a países desarrollados. Las consecuencias económicas de la pandemia potencian esa dualización, pierden los que no pueden teletrabajar, es lo que llamamos la brecha digital porque no tienen estudios y no pueden acceder a puesto de trabajo de calidad. La brecha digital se transforma en una brecha socioeconómica. Necesidad de un nuevo contrato social.
La pandemia está creando nuevas bolsas de pobreza en casi todas las sociedades y en algunas zonas es especialmente grave como en África o América Latina y que afecta sobre todo a la clase media que está volviendo a la pobreza y eso crea frustración de expectativas, malestar social y revueltas. Este año se está produciendo un aumento significativo de la pobreza en el mundo según datos de la ONU. Detrás de la pobreza hay malnutrición, poblaciones que pasan hambre y que se mueren de hambre y esto es un problema muy serio en el mundo y que nos interpela a todos y que podríamos solucionarlo. Podríamos hacerlo, pero no sabemos hacerlo.
- Los valores fundamentales que han inspirado nuestra vida y nuestra democracia están en colisión: los valores de la igualdad, libertad y fraternidad la pandemia los está estresando mucho por el debate sobre qué debe primar. Incluso el papa con su encíclica Fratelli Tutti habla del tema. ¿Qué va a ser de nuestra democracia de nuestra libertad?
Lamo de Espinosa se pregunta cuáles han sido las respuestas colectivas a la pandemia. Debería hacernos a todos solidarios para luchar contra ella, una sensación de fraternidad. La vulnerabilidad y el miedo lo que hacen es buscar la seguridad a costa de cualquier cosa, nos hemos cerrado sobre nuestros propios países cancelando la fraternidad y el cosmopolitismo, se ha negado la ayuda sanitaria al cerrar fronteras en un ejercicio de egoísmo. Lo primero que piden las sociedades es la seguridad por encima de la libertad. Una vez que tienen seguridad empiezan a exigir otras cosas como prosperidad.
«La pandemia debería haber reforzado a la sociedad global y no ha sido así. El tema sanitario se ha tratado muy mal a nivel europeo. Sólo en el terreno económico se está viendo solidaridad. A ver si con las vacunas se consigue establecer un sistema solidario y justo».
- Plan de recuperación con las ayudas europeas. España está muy debilitada en lo económico y en lo social con una preocupación sobre el futuro de nuestro bienestar. Un capitalismo sano puede y debe asumir un año de pérdidas, pero evitar dramáticos recortes antes de que se produzca una gran fractura social. Hablamos de la responsabilidad social de las empresas.
Para el presidente del Real Instituto Elcano, ha triunfado el modo de producción capitalista, la economía de mercado. Incluso China lo ha incorporado. El capitalismo puede ser mejor o peor, puede ser un capitalismo de “casino” o puede ser un capitalismo social, una economía de conseguir recursos y redistribuirlos para que la sociedad se sienta participe. Lamo de Espinosa afirma que tenemos que reconstruir el contrato social: «Hay muchos mecanismos para hacerlo y lo primero es crecer y por eso es fundamental recuperar la senda del crecimiento. La pandemia nos pilla con los deberes mal hechos, con un déficit alto y una deuda alta. Tenemos la ayuda europea, pero hay que ver las condiciones y los plazos y es fundamental saber utilizarla correctamente. El proceso de gestión de las ayudas en el macro proyecto, debe ser una gestión consensuada con la oposición, con los empresarios, con los sindicatos con la sociedad civil».
«España está en una crisis muy grave, se han superpuesto una crisis sobre otra. El problema principal de España es un problema de gobernabilidad, no hay manera de articular consensos».
- A nivel internacional: las tensiones entre China y Estados Unidos y las elecciones, los riesgos en América Latina, …. La nueva geopolítica para los próximos años.
«Si ponemos luces largas, es evidente la continuidad de tendencias desde hace mucho tiempo. Estamos entrando en un mundo post occidental. Occidente está perdiendo poder e influencia por el acenso de Asia y sobre todo de China La articulación del mundo es la tensión de entre una gran potencia como es Estados Unidos, que está abandonando los asuntos globales y destruyendo el orden multilateral que ayudó a crear, y por otro lado una potencia con un crecimiento espectacular que es China. Esta es la tensión constitutiva en el mundo actualmente. Pero esto ha ocurrido históricamente. Los intereses cruzados son muchos, pero la tensión va a continuar. Las potencias económicas se transforman en potencias políticas. Y eso proporciona una capacidad negociadora, económica, política y militar inmensa».
Este es el eje básico fundamental porque la situación en términos de gobernanza global no hay instrumentos para gestionar los problemas globales que están surgiendo. Estados está dejando de lado esa función y a China todavía no le interesa. En este espacio de indefinición emergen países oportunistas, como por ejemplo Rusia, que tienen voluntad y energía con gran apoyo popular y que aprovecha las oportunidades allí donde las ve. Detrás de China están Singapur, Corea del Sur, Vietnam, países que han gestionado mejor la pandemia que nosotros lo que les va a dar una ventana de oportunidad, una ventaja económica que pueden aprovechar en los próximos meses.
El crecimiento demográfico de África también es un tema que los europeos tienen que plantearse seriamente.
Finalizó afirmado que «Europa podría ser una potencia estratégica alternativa a Estados Unidos. Pero Europa ni tiene la capacidad ni la voluntad para serlo y tiene que buscar un entendimiento con China, pero sin abandonar a Estados Unidos, seguiremos siendo sus aliados, pero menos enfrentados a China».
A continuación, el Sr. Olcese planteó las preguntas que los asistentes a la Tribuna realizaron mediante el chat relativas a diversas cuestiones como la nueva oleada de políticos autócratas y otros que ya había antes ya los que la pandemia ha venido a reforzar; la influencia del resultado de las elecciones americanas; el legado en valores humanistas que nos puede dejar la pandemia; los efectos en nuestra sociedad del abandono de proyectos de mecenezgo, ayudas y patrocinios a proyectos sociales; liderazgo femenino; el capitalismo humanista; o la importancia de la familia como refugio de las personas en tiempos difíciles.
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