Vicente Ferrer fue el Galardonado como “Español Universal” en el año 1999.
Desde el primer momento señalamos que el Homenaje a Vicente Ferrer lo fuera también a toda la cooperación exterior española, a las cientos de ONG`s y miles de cooperantes que entregan su vida a los demás.
El lugar elegido para hacer entrega del premio fue el monumental Palacio de Linares, sede de la Casa de América. En él, con la presencia de Vicente Ferrer, celebramos una multitudinaria rueda de prensa con los medios de comunicación social. Durante una semana, del 19 al 24 de octubre, una Exposición y Punto de Información sobre la labor que Vicente Ferrer y de las ONG`s españolas en el mundo facilitaron amplia información a cuantas personas se acercaron, al tiempo que pudieron utilizar servicios telefónicos gratuitos para conectar con ellas y los cooperantes.
La Universidad Complutense abrió sus puertas a Vicente Ferrer, donde presentado por su Rector, pronunció una conferencia a un numerosísimo público.
Una multitudinaria cena, que rebasó todas las expectativas y superó las posibilidades del salón, tuvo lugar en la Casa de América el 21 de octubre como acto principal del Homenaje. Cada comensal, con su presencia a la misa, apadrinaba a un niño/a durante un mes; y los que adquirieron el cubierto 0, a tres niño/as.
Nos quedamos con dos frases emblemáticas de Vicente Ferrer, y que han sido acuñadas en publicidad en diversas ocasiones: “La necesidad y la pobreza no están para ser entendidas, sino para ser resueltas”; y otra pronunciada durante su discurso de aceptación del premio: “…la inmensidad de lo que podría hacer el pueblo español en este siglo que va a venir es de unas proporciones incalculable…”. Reflexionemos y actuemos.