El 10 de octubre tuvo lugar la cena de homenaje a Ricardo Díez Hochleitner como «Español Universal» 2008.
Celebrada en el Hotel Inter Continental Madrid, a la misma asistieron importantes personalidades del mundo de la educación, la cultura, familiares y amigos de Ricardo Díez Hochleitner que quisieron arroparle en tan emotivo acto.
La Secretaria General de la Fundación Independiente, Dña. Carmen de Alvear, destacó la larga y destacada trayectoria profesional de D. Ricardo Díez Hochleitner, que ha dedicado su vida a la educación y la cooperación en diferentes países del mundo.
D. Ignacio Buqueras y Bach, Presidente de la Fundación Independiente, hizo una relación de todas las personalidades que han sido distinguidas como «Españoles Universales» indicando que en el caso de Díez Hochleitner se homenajeaba este año a todas aquellas personas que desde diferentes ámbitos y trayectorias en la sociedad civil han potenciado la presencia de España en el mundo.
Hizo además un llamamiento, dede la Fundación Independiente, a favor de la educación, de una enseñanza de calidad que forme personas crecidas en conocimiento, en valores, y en humanidad, ejerciendo todos nuestra responsabilidad siendo Díez Hochleitner un excelente referente.
Agradeció igualmente a las prestigiosas entidades que han colaborado para hacer posible este homenaje: Capítulo Español del Club de Roma, Fundación Bertelsmann, la Caixa, Fundación Santillana y la Sede de la Representación de la Comisión Europea en España.
Por su parte, el homenajeado, dió las gracias por la distinción recibida, asegurando que estaba profundamente conmovido. Indicó que la fuerza que le había movido todos estos años habían sido, en primer lugar, su familia, y en segundo, las enseñanzas, la amistad y la ayuda que le habían aportado tantos grandes maestros, compañeros y colaboradores que le han acompañado en sus distintas actividades.
Finalizó pidiendo «más educación, más anticipación y más cooperación para celebrar, como dijo Carlos Fuentes (al recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras), una cultura de inclusiones, jamás de exclusiones, para este nuevo siglo. En esa perspectiva debería extenderse también una sólida cultura de paz, tal y como lo proclama con tanta razón y entusiasmo nuestro amigo Federico Mayor».