Madrid,14 de enero de 2020.- El día 13 de enero celebramos en Fundación Pastor nuestro cuarto debate a través del cine bajo el título «Justicia y Libertad», dentro del ciclo de cinco sesiones sobre el Humanismo en el Cine dedicadas a las grandes disciplinas humanísticas a través del cine: historia, religión, arte, literatura, justicia, filosofía, política, economía y sociología.
El director de cada una de las Jornadas es Eduardo Torres Dulce, Fiscal General del Estado -2011/2014-, y en esta ocasión contamos con la participación de Encarnación Roca Trías, jurista y magistrada, y Antonio Garrigues Walker, presidente de la Fundación Garrigues.
Dio la bienvenida a los numerosos asistentes el presidente de la Fundación Independiente, Aldo Olcese, quien manifestó la importancia del tema a tratar y de su pertinencia en los momentos y circunstancias que estamos viviendo.
A continuación, el director de las Jornadas, Eduardo Torres-Dulce, introdujo los temas a tratar:
Bloque I. El valor de la justicia
Veredicto final – Vencedores o vencidos – El caso Winslow
Bloque II. Cambios sociológicos y el futuro de la justicia
El misterio von Bulow – Matar un ruiseñor – Impulso criminal
Bloque III. Evolución de los Derechos Fundamentales
Acción civil – En tierra de hombres – Erin Brockovich
Tras cada bloque se dio un animado debate entre los ponentes, comenzando Encarnación Roca Trías tras el primero dedicado al valor de la justicia, afirmando que el cine a veces muestra a los abogados en una performance y alegan sentimentalismos y valores que pocas veces tienen que ver con el caso a tratar. «¿Qué se busca lo “justo” o el beneficio del cliente? A veces hay que defender la cruda realidad, aunque no sea justa», concluyó Roca Trías.
Continuó Antonio Garrigues Walker inició su intervención exponiendo que la justicia es difícil de entender y de aplicar y la diferencia entre la justicia y la aplicación del derecho es una realidad. «Aspirar a la “justicia” es un tema importante, pero sin dejarnos influir por esos conceptos que aparecen en las películas, donde los abogados “actúan”».
Para Garrigues, los cambios sociológicos nos llevan a cambiar la forma de ver la justicia y el derecho y en cómo aplicarlo, sobre todo en temas de igualdad, tecnologías o sobre el tema medioambiental, cuestiones que están avanzando y cambiando la forma de entender cómo aplicar las leyes.
Tras la proyección del segundo bloque, Encarnación Roca Trías quiso iniciar su reflexión en una evidencia: la codificación del siglo XIX no sirve para los tiempos que corren.
Sobre el derecho a defensa razonó: «¿Un culpable tiene derecho a ser defendido? La respuesta es sí, evidentemente. Aquí entra el código moral social, la sociedad no entiende que un culpable “deba” ser defendido, y digo “deba” no “pueda”».
Para Roca Trías, determinada conciencia social afecta y preocupa a los jueces en la toma de decisiones, que es, en muchos casos, muy difícil. Según la magistrada, hoy en día se juzga desde la calle, todo el mundo opina y puede juzgar y «lo políticamente correcto está rozando la censura en muchos casos».
Finalizó afirmando que hay que cambiar los criterios de interpretación a la hora de juzgar.
En este sentido, para Antonio Garrigues Walker regular una ley tecnológica hoy te hace ver que probablemente dentro de seis meses ese tema tecnológico ha podido cambiar, y por lo tanto también probablemente habrá que cambiar esa ley.
En cuanto a lo que es justo y lo que no, Garrigues comentó: «En nuestro país el debate territorial es un ejemplo claro de justo e injusto, para unos lo que sucede será justo y para otros injusto y en este caso no se llegará a una solución si no es a través del diálogo y el diálogo no es otra cosa que ceder».
Terminó, al igual que Roca Trías, manifestando que la brecha generacional en la forma de pensar es cada vez más grande ya que la gente joven comparte muy pocos criterios de opinión con la gente mayor, especialmente con los más ancianos.
Finalizaron las proyecciones con el bloque III dedicado a la evolución de los derechos fundamentales.
Encarnación Roca Trías se mostró bastante pesimista sobre el papel que jugamos a la hora de hablar de los derechos de las personas o de los tribunales de justicia. Para ella, «en los tribunales de justicia no vamos a encontrar la verdad».
Reseñó que España es uno de los países menos condenados en materia de derechos humanos. Y en violencia de género tenemos unos quince países por encima de nosotros, entre ellos Italia, lo que no quiere decir que no tengamos que seguir mejorando porque «la sociedad ideal no existe»
Finalizó Antonio Garrigues Walker centrando su última intervención en el machismo. Para el abogado, el machismo es un mal muy difícil de erradicar. No hace tanto tiempo que el machismo no estaba penado, no hace tanto que una mujer no podía votar en nuestro país o abrir una cuenta bancaria.
Bajo su punto de vista, el feminismo está arraigando en España de una forma asombrosa, más que en otros países europeos. «La sociedad civil ha tenido una sensibilidad especial con los delitos de machismo y en ese aspecto hemos avanzado mucho. Poco a poco en nuestro país, en los últimos cuarenta años se ha dado un salto de calidad en materia de derechos fundamentales».
Cerró la jornada Eduardo Torres-Dulce con la siguiente reflexión: «Hace 45 años se decía: “que pase el condenado” y era algo normal, ya se le trataba casi como culpable sin serlo. En la actualidad hemos ganado en derechos humanos».
La próxima Jornada sobre Humanismo en el Cine será el jueves 6 de febrero de 2020, en esta ocasión bajo el título «Economía y globalización» donde contaremos con Manuel Conthe, jurista y economista y presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (2004-2007) y Silvia Iranzo, Secretaria de Estado de Comercio (2008-2010) y Embajadora de España en Bélgica (2010-2012), bajo la dirección de Eduardo Torres-Dulce.
Las Jornadas Humanismo en el Cine tratan de definir los mejores valores humanistas y se proyectan escenas de películas en las que dichos valores hayan quedado reflejados e interpretados de forma magistral y por tanto puestos en valor con gran capacidad de trascender y ejemplarizar.
Antes de cada sesión de cine hay una introducción sobre los valores representados por parte de personalidades especializadas en las diferentes materias tratadas, y posteriormente se realiza un debate entre los ponentes y los asistentes.